Hacer de la salud bucodental en vacaciones una prioridad es una tarea complicada pero necesaria. Durante esos períodos, tienden a aparecer peligros que no están presentes en el día a día.
Por ese motivo, es necesario conocer el origen de esas amenazas para combatirlas. A continuación mostramos algunas de las más habituales.
Los desafíos a los que se enfrenta tu salud bucodental en vacaciones
- Descuidos en las propias rutinas de higiene. Aunque en el día a día se respeten a rajatabla, la cosa puede cambiar en los días libres. ¿Las razones? Olvidos del cepillo de dientes (y seda dental) en la maleta, las comidas fuera de casa que se multiplican, etc.
- Cambios en la alimentación, lo que incluye el abuso de bebidas con alcohol, azúcar excesivo o carbonatadas. También envuelven más dulces, helados y chucherías… En definitiva, se forma el caldo de cultivo perfecto para la aparición de caries e hipersensibilidad dental.
- Accidentes dentales. Cuando estamos de vacaciones a veces realizamos actividades deportivas distintas, como por ejemplo actividades de montaña o mar en los cuales es muy importante prevenir los impactos.
- Las piscinas, a las que sobre todo se acude en verano -aunque también se realizan visitas a SPA durante las vacaciones en los meses más fríos- contienen cloro. Eso es conocido por todos. Lo que no es tan sabido es que el cloro daña el esmalte dental, favorece la aparición de manchas y sarro. En pequeñas cantidades no está comprobada su nocividad, pero más vale tener cuidado de que no contacten nuestros dientes más de la cuenta.
- Si practicas snorkel para ver el fondo marino, también debes tener en cuenta que la presión excesiva en la boquilla puede desencadenar en lesiones maxilofaciales.
Además de tomar conciencia de estos peligros para tu salud bucodental y ponerles remedio, te recomendamos que programes una visita de control a la vuelta de tus vacaciones con el dentista.
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